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exhibiciones
Redacción
No hay nada mejor que llegar a casa después de un día muy largo, darte una ducha y pasar de los tacones y los pantalones ajustados al pijama. ¿Tengo razón o no?
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En mi opinión es una de las sensaciones maravillosas de la vida. Pero esto no implica que cuando nos queramos sentir cómodas en casa nos vistamos de “mamarracho”, como diría mi madre.
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Yo no soy partidaria de pasarme todo el día en pijama, ni siquiera el típico domingo que sé que no voy a salir, será porque en mi casa nunca nos dejaban. Para esos días mi modelo estrella son unos leggings, una camisa grande (preferiblemente de hombre) y una sudadera.
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